A pedradas, se enfrentan policías estatales y narcofamiliares de reos denominados “Capuchinos” en el CERESO de Acapulco
Acapulco, Gro. 25 de Febrero del 2019.-
Policías antimotines se enfrentaron a pedradas con narcocomerciantes, narcotransportistas y narcofamiliares de reos denominados “capuchinos” que protestaban a las afueras del Centro de Reincersión Social (Cereso) de Acapulco, para exigir la liberación de peligrosos criminales que cumplen condenas por extorsiones, asesinatos y secuestros en Acapulco.
Durante la gresca, una patrulla de la Policía Ministerial resultó con daños, ademas de un taxi colectivo y dos camiones urbanos que presentaron vidrios roto. En estos llegaron los narcomanifestantes y estacionados en la calle Del Fútbol de la colonia Libertadores, en las inmediaciones de Las Cruces.
Cerca de las 10:00 horas de este lunes, cerca de 250 personas presuntamente ligada a la banda de los “capuchinos” a cargo de José Angel Palacios Galeana se concentraron a la avenida Del Futbol, esquina con Las Granjas en la colonia Huertas de Santa Elena, abordo de dos narcocamiones urbanos de la ruta Costera-Caleta.
Minutos después se colocaron frente a la entrada al centro carcelario, iniciando la manifestación con pancartas en manos donde exigieron la liberación de reos pertenecientes a dicha banda criminal dedicada al cobro de cuota, extorsiones, secuestros y desmembramiento de comerciantes que se niegan a pagar la cuota.
Posteriormemte, el narcocontingente comenzó a bloquear la circulación de los vehículos, lo que provocó que efectivos estatales con equipo antimotín colocaran vallas de metal en el acceso principal al penal, mismo que era también resguardado por más de 50 agentes estatales.
Alrededor de las 11:40 horas los narcomanifestantes incendiaron una llanta en la entrada al centro penitenciario, donde se colocaron de 50 a 70 policías con vallas, para impedir el acceso de los narcofamiliares de los criminales detenidos en el centro penitenciario.
Al momento que los narcomanifestantes quemaron la llanta en la entrada principal al penal, los policías antimotines comenzaron a replegarlos, por lo que los narcofamiliares les arrojaron piedras y botellas de vidrio. A su vez, los uniformados repelieron la agresión de la misma manera.
El enfrentamiento duró apróximadamente diez minutos donde los inconformes fueron replegados casi unos 300 metros del lugar donde realizaban la protesta, y posteriormente se retiraron.
Los trabajadores y visitantes que se localizaban dentro de los juzgados, se mantuvieron dentro del penal y otros salieron por un costado del reclusorio para evitar ser agredidos.
Luego de estos hechos ninguna de las dos partes presentó personas lesionadas o heridas.