*Una receta nacida en la década de los 80’s e inspirada en el color de la cantera de “Santa Prisca”
Por: Angélica Ontiveros
Taxco de Alarcón, Gro., a 19 de abril de 2022.- En un recorrido por el hotel “Posada de la Misión” –desde el tradicional restaurante que durante años, ha deleitado el paladar de miles de turistas y gente de la región–, podrás encontrar al fondo un amplio comedor de madera con sillas robustas, apartado de los comedores principales, pero con la misma posibilidad de probar un manjar nacido en Taxco.
Entonces un joven y entusiasta chef, Iván Guzmán Rodríguez, relata una de las experiencias más amenas en el mundo de la cocina taxqueña: la preparación del Mole Rosa de “Santa Prisca”, exquisito platillo que está a nada de convertirse en patrimonio cultural gastronómico de Guerrero.
Reporteros saboreaban el olor en su mente, pero lanzarían una serie de preguntas antes de probarlo; algunos ya llenos por haber degustado otras delicias de la colonial ciudad, guardaban un hueco en su estómago ansiando no perder la oportunidad de llevar a su boca esa salsa de rojizo espesor, hecha a base de piñón, betabel, avellana, nuez, castaña, morrón, ajonjolí, almendras, vino tinto, pato, pollo o cerdo, crema ácida; sin olvidar los exóticos pétalos de rosa orgánica (no de invernadero) que lo hacen todavía más auténtico.
Previo a las dudas y cuestionamientos, nos detuvimos a escuchar su origen: una delicia que nace en la década de los 80´s y que es inspirada en el color de la cantera rosa de “Santa Prisca”, máxima joya del Barroco Mexicano. En este lapso fue el alimento por excelencia para las cenas de las Jornadas Alarconianas; más tarde dejó de prepararse y hasta el año 2008 la fundadora de “Posada de la Misión” rescata la receta para preparar el platillo en el aniversario de los 250 años de la construcción de esta catedral.
En el 2013, por órdenes de la Secretaría de Turismo, se pidió capacitar a los chefs de Taxco y de otros estados de la República para elaborarlo en sus diferentes restaurantes. Por más de una década ha sido el platillo más vendido en la Ciudad Platera y se incluye en la carta del hotel durante toda la época del año.
Es una receta tan noble que puede modificarse con diversos ingredientes al gusto, pero sin cambiar su sabor dulce y apisonadora. Su degustación puede acompañarse de un “Bugambilia Boom”, deliciosa bebida preparada con agua mineral, refresco de limón, mezcal, escarchado de azúcar y la flor que le hace honor a su nombre.
Es imposible resistirse a probarlo, la hora y el cansancio no fueron impedimento para darle un corte a la pechuga de pollo cubierta de suculento pigmento y servida exquisitamente con una rosa roja.
El Mole Rosa de “Santa Prisca” podría ser patrimonio culinario del estado de Guerrero y ya se realizan los trámites correspondientes para lograrlo, aseguran los expertos de la cocina de este colonial hotel.
¿Te animas a visitar tierras taxqueñas y deleitarte con este manjar de sabor guerrerense?